EL PODER DE LA MÚSICA

La musicoterapia es la técnica de sanar y relajar con música, además es muy estimulante para cambiar el estado de ánimo y tratar estados como la depresión, la agresividad y el estrés. Se usa en bebés, niños, adultos y ancianos, para gente sana o enferma. Su fin es motivar para conseguir una respuesta que hará el efecto milagroso de cambiar los estados de ánimo.

Una música se asocia a una determinada situación, se usan distintas melodías que actuarán en el cerebro mandando mensajes e información a las neuronas. Con la música se canta, se baila.., se demuestran los sentimientos. 

Una melodía nos alterara o nos pondrá tristes y estará guardada en algún lugar del cerebro para aunque cuando las escuchemos provoque un estado emocional positivo o negativo, nos sirve para relajarnos, nos vuelve seres más perceptivos y sensibles. 

La música se comparte, se manifiesta y ayuda a los bebes recién nacidos en los estímulos primarios. Una madre y su bebe se conectan a través de caricias pero también por la música, el sonido de su voz cantando una canción de cuna sera el recuerdo que llevara a nivel inconsciente de por vida. En cuanto al lenguaje, estimulará a los bebés en todos los sentidos, una melodía nos toca el alma, calma a los estados irritables de las personas, mejora la calidad de vida del que escucha y del que nos rodea, pero es obvio que hay una música para cada cosa. 

Es el musicólogo el que seleccionara que se escuchara, y como se trabaja con la música. Hay música que nos hará recordar muy buenos momentos, es una asociación de ideas, en donde la melancolía o la alegría estarán guardados con la música en algún lugar de nuestro cerebro. Se reconocen melodías, y son terapéuticas, casi milagrosas. Hay una gran parte de enfermedades que se originan en el cerebro, y este cerebro maneja la información que la distribuye a una parte del cuerpo. Se crea una enfermedad, con la música podemos hacer un cierto bloqueo de esa información, obviamente no se terminará con algún tratamiento paliativo porque la música sola no nos puede curar pero si hacernos sentir mejor. Bloquea la información que es negativa. 

Aplicada en los niños es sorprendente.

Los calma y si tienen problemas mentales o deficiencias en el aprendizaje notaremos una evolución. Un niño deja de llorar si siente música, por lo tanto sería muy importante que la música nos acompañe siempre. Al trabajar con niños y adultos se estudian tres aspectos, como la importancia de la interacción, el uso del ritmo y la forma que un sonido produce movimientos. Ayuda a la autoestima. Causa un efecto tranquilizador y liberador y sirve para evaluar la motricidad fina y otros problemas en los niños. Los efectos de la armónica, los sonidos de las ollas tibetanas, y la música celta causan una relajación excelente. Baja los decibeles a personas ansiosas, y sirve para que se relajen se logran mejores resultados en la escolaridad, en el trabajo, y en el nivel intelectual , es una terapia para apaciguar problemas de conducta.